Mindfulness y Psicología Positiva son dos enfoques complementarios dentro del campo de la psicología que se centran en mejorar el bienestar emocional y mental de las personas. A continuación, explicaré brevemente cada uno de ellos y cómo se complementan:
MINDFULNESS (Atención Plena)
Consiste en estar plenamente atento en el momento presente, de forma intencional y sin emitir juicios hacia los pensamientos, emociones y sensaciones del cuerpo que surgen en el presente.
Las técnicas de mindfulness, como la meditación de la atención plena y la práctica de la respiración consciente, se han asociado con diversos beneficios, como la reducción del estrés, la ansiedad y la depresión.
PSICOLOGÍA POSITIVA
La psicología positiva es un enfoque psicológico que se focaliza en el estudio de las emociones positivas, las fortalezas y las virtudes humanas, y en cómo cultivar una vida plena y significativa. En contraposición a enfocarse en remediar trastornos y desórdenes, su enfoque reside en promover el bienestar y la felicidad.
Los profesionales de la psicología positiva se enfocan en reconocer y fomentar rasgos y sentimientos beneficiosos, como el agradecimiento, el optimismo, la confianza, la motivación, la esperanza, la capacidad de superación o resiliencia, el sentido de propósito y el bienestar o satisfacción con la vida. Asimismo, esta corriente investiga cómo estas cualidades pueden impactar positivamente en nuestra calidad de vida.
COMPLEMENTARIEDAD DEL MINDFULNESS Y LA PSICOLOGÍA POSITIVA
La unión entre mindfulness y psicología positiva reside en su enfoque común de promover un mayor bienestar emocional y mental.
La práctica del mindfulness es una herramienta valiosa en el campo de la psicología positiva, ya que fomenta una mayor conciencia emocional, mental y de las fortalezas personales en las personas.
Al practicar mindfulness, las personas pueden aprender a reconocer y cultivar emociones positivas, así como a manejar las situaciones desafiantes con una perspectiva más equilibrada y resiliente.